Liderazgo
El país es administrado por Ricardo Martinelli, un empresario que hizo su fortuna en el negocio de los supermercados. A su mando
existe una planilla de 209,321 funcionarios cuyos salarios ascendieron a 2 mil 350 millones de dólares solo en 2013, un alza de
9.4% en relación al 2012. El vicepresidente de la República es Juan Carlos Varela, hoy candidato a la presidencia.
El Estado se compone de tres poderes, uno que crea las leyes, otro que las ejecuta y otro que decide si fueron ejecutadas de
forma correcta. El presidente de la Asamblea Nacional encargado de la redacción de las leyes es el extravagante Sergio “Chello” Gálvez,
quien se autodenomina como el “Búfalo Sexual”. A cargo del Órgano Judicial, que interpreta las leyes y juzga su aplicación, está el
exfuncionario público Jose Ayú Prado. Tanto Ayú Prado como Gálvez pertenecen al círculo de poder de Ricardo Martinelli y Cambio
Democrático, hecho que ha perjudicado de forma sustancial la separación de poderes tan necesaria para evitar esa enfermedad típica
de los países tropicales: la tiranía.
Un último personaje relevante es el administrador del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano. Un ingeniero usualmente reservado,
Quijano tiene en sus manos la difícil tarea de manejar con independencia la joya comercial del país además de adelantar los trabajos
de expansión del Canal, los cuales ya llevan un año de retraso.
Población
No sabemos con exactitud cuantos panameños hay. El último censo de población de la Contraloría General fue criticado por su falta
de exactitud y por un desempeño descuidado. Los estimados más confiables dicen que para julio de este año habrá un aproximado de
3.6 millones de habitantes en Panamá.
La población de Panamá es racialmente diversa, pero existen altos niveles de racismo que impiden una integración social y económica.
Las poblaciones indígenas están tradicionalmente predispuestas a permanecer dentro de sus comarcas mientras que la población negra es
excluida hacia la periferia de la ciudad capital y hacia el norte en la ciudad de Colón.
De esta población de 3.6 millones, la fuerza laboral mayor de 15 años es de 1.74 millones de personas. De estos, un 12% trabajan para
el gobierno. La tasa de desempleo en el país es de 4.1%, lo que es conocido usualmente como desempleo estructural. Desempleo estructural
es aquel no puede ser eliminado de la economía, no importa que tanto se intente.
Es importante entender que de esta fuerza laboral, un 56% no se ha graduado de la secundaria. Tan solo un 28.4% ha terminado la
secundaria y menos de un quinto tiene algún título universitario. Esto impide que una gran parte de la fuerza laboral disfrute del
crecimiento económico del país.
Bajo esta administración, Panamá no mide su desempeño educativo y académico contra los estándares de otras naciones por lo cual
es difícil determinar en qué estado se encuentra su población estudiantil. En la última medición que hizo Panamá en 2009, el país
reflejó índices muy bajos de educación, comparables a aquellos de Azerbaiyán.
A nivel mundial, Panamá ocupa el puesto número 75 de 187 países en cuanto al desarrollo humano de su población y tiene un coeficiente
GINI, que mide la desigualdad social, de 51.9. En esta escala, una puntación de 1 significa perfecta equidad social y 100 significa una
total disparidad, posicionando a Panamá en la mitad. En comparación, Canadá tiene un coeficiente de 32. En temas de corrupción,
Transparencia Internacional nos sitúa en el puesto número 102 de 177 países.
Economía
Panamá disfruta de una economía pujante, cuyo producto interno bruto asciende a alrededor de 42.6 mil millones de dólares. Es contra
este número que debemos comparar las siguientes cifras. En términos básicos, el producto interno bruto mide la cantidad de dinero que
se mueve en la economía en un determinado año.
La deuda externa, es decir, el dinero que se le debe a agencias de crédito internacionales y a otros países, representa 12 mil 246
millones de dólares. La deuda interna, que se le debe a bancos locales y a residentes en Panamá es de 4 mil 25 millones de dólares.
La canasta básica de alimentos en Panamá cuesta alrededor de 333.42 dólares. Este número no representa el verdadero costo de adquirir
los alimentos básicos, ya que este listado de alimentos fue cambiado por la administración de Ricardo Martinelli. Este cambio redujo el
costo de la canasta básica como medida, pero no el costo de los mismos alimentos. En los últimos cinco años, el costo de la canasta
básica ha aumentado más de un 16%.
El activo principal de Panamá es el Canal y el sector logístico que se ha desarrollado alrededor de éste. El Canal tuvo ingresos
anuales de 2 mil 411 millones de dólares durante 2013, de los cuales 981.8 millones fueron a parar al tesoro nacional. El otro activo
principal es el sector bancario, cuyo balance anual asciende a 96 mil 830 millones de dólares.
El país tiene un déficit presupuestario, lo que significa que el gobierno de Panamá gasta más de lo que gana y debe cuadrar la
diferencia mediante nueva deuda.
La inflación del país, causada en parte por el calentamiento de la economía debido a la alta inversión extranjera y el alto gasto
público, es de 4.1%. Esto significa que por cada 100 dólares de ahorro, el panameño pierde 4 dólares con 10 centavos por año.
En 2013, Panamá vendió al extranjero 18.87 mil millones de dólares en productos y servicios y compró 26 mil millones de dólares,
lo que significa que Panamá tiene una balanza comercial negativa de 7.74 millones de dólares.